Se puede deber básicamente a dos conceptos que hay que tener claros. Para fabricar aleaciones de Oro en cualquier kilataje, debemos partir siempre de formulas ideales y con metales puros, es decir, Oro 999,9 ‰, y resto de metales puros y en sus justas proporciones.
Es falsa la idea de que para preparar Soldaduras de 18 Kts se parte de Oro de 18 Kilates y se le añade la liga de soldadura.
En segundo lugar debemos tener en cuenta que estas aleaciones se preparan a base de unos metales aleados y preparados con un punto de fusión muy inferior al del Oro puro; entonces para no perder parte de estas propiedades de bajo punto de fusión, sería conveniente que esta liga se añada al Oro cuando éste ya esté fundido, y se le aplique el calor necesario para llevar a cabo la total homogeneización del metal.
Como prueba adicional de que esta aleación ha estado bien realizada basta con pesarla y comprobar que el peso obtenido es igual a la suma de los pesos de los metales que hemos utilizado.